Los hábitos y comportamientos de los españoles respecto al sector inmobiliario han cambiado tras la crisis económica que afectó considerablemente al ladrillo. Tras la lenta recuperación a la que se ha asistido, las personas han variado sus comportamientos y ahora ven de otro modo el sector inmobiliario.
Antes se compraban viviendas para alquilar o para volver a vender y sacar así un beneficio económico, por lo que el tiempo de tenencia de una casa era considerablemente corto. Actualmente esto ha cambiado y las personas que adquieren una vivienda lo hacen principalmente para vivir en ella, por lo que el tiempo ha aumentado. Actualmente se vive en una casa una media de trece años, una cifra considerablemente elevada si se compara con los siete años que se vivía en una vivienda en el año 2009. El aumento del tiempo ha ido creciendo cada año hasta llegar a la cifra actual. Esto muestra un cambio en el comportamiento de las personas, que compran viviendas grandes en zonas baratas de las ciudades y se adquieren hipotecas para pagarlas, con lo que se muestra que las casas se adquieren para vivir en ellas y no para sacar beneficio.
También se puede apreciar este significativo cambio en que las viviendas ya no son compradas por empresas, sino por particulares que acceden a hipotecas para ello alcanzando casi el 85% de las compraventas. Casi el 80% de las hipotecas son de tipo variable frente a casi un 20% de tipo fijo.
Con estos cambios se muestra que las personas han cambiado sus comportamientos tras la crisis y que no quieren volver a especular con las viviendas, utilizándolas para vivir en ellas y no para sacar beneficio o hacer negocio.