Varsovia, la capital de Polonia, puede presumir de disponer de múltiples cosas innovadoras y únicas en el mundo. Pero una de las más famosas y que poca gente conoce es que en esta ciudad se encuentra la casa más estrecha del mundo. De poco más de un metro en su parte más ancha y apenas setenta centímetros en la más estrecha, en la Calle Choldna de la capital polaca se encuentra esta asombrosa construcción que deja a más de uno con la boca abierta y haciéndose la misma pregunta: “¿Puede ser esto una casa?”
A la misma cuestión se enfrentó su arquitecto una y otra vez, Jakub Szczęsny, pues no conseguía convencer a ningún financiador ni al propio Ayuntamiento para que le ayudase a construir la vivienda ya que decían que eso no era una casa. Y es que en un callejón visto por muchos como una grieta, el joven pretendía crear una casa con su dormitorio, su salón, su cocina y su baño. Al final se consiguió sacar el proyecto adelante diciendo que era una “instalación” y no una vivienda, idea que le dieron al arquitecto sus amigos artistas. Actualmente hace sus funciones de casa y puede resultar incluso cómoda porque todos los muebles se mueven para ganar espacio.
Es cierto que existen casas estrechas en muchas ciudades del mundo como Londres, Nueva York, Buenos Aires o Japón, pero la de Varsovia está catalogada como la más estrecha del mundo y se cree que es un récord difícil de batir, pues sería difícilmente habitable una casa aún más estrecha que esta. Y es que esta casa tiene nada más y nada menos que cuatro plantas, lo que la hace completamente habitable e incluso cómodo aunque, claro está, espacio no sobra.
Tiene forma triangular y se accede a ella a través de escaleras. La comunicación con las plantas superiores también es a través de escaleras que se pueden retirar para que no ocupen espacio. Una cosa está clara y es que para vivir en esta casa de Varsovia hay que saber aprovechar bien el espacio y no echar de menos las grandes dimensiones. ¡Por lo menos es muy acogedora!