Hoy en día tener una mascota en casa es muy común en las familias. Convivir con un animal crea ciertos vínculos, pero también puede ser un problema a la hora de alquilar una vivienda.
Las personas con mascota que buscan un piso en alquiler, suelen tener obstáculos para poder encontrar la casa que tanto deseaban. En la búsqueda de la vivienda, muchos de los propietarios incluyen en la descripción «prohibido mascotas». Este tipo de reacciones suelen darse cuando el titular desconfía de los inquilinos y teme que su vivienda pueda estropearse con el tiempo.
La pregunta de muchos inquilinos es la siguiente: ¿pueden los propietarios de la vivienda prohibir las mascotas en un piso de alquiler?
Existe un desconocimiento sobre este tema en el panorama de los alquileres, tanto por el propietario como por el ocupante. En Redpiso explicamos cuáles son los obstáculos a los que se suelen enfrentar los amantes de los animales:
LEY DE ARRENDAMIENTOS URBANOS
La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) concede la posibilidad a los propietarios de prohibir a ciertos inquilinos tener animales en su domicilio. La ley no restringe directamente la imposibilidad de vivir con mascotas en un piso de alquiler. Ofrece la posibilidad de que ambas partes, propietario e inquilino, puedan determinar un acuerdo sobre este tema.
Del mismo modo, puede regularse el tipo de mascotas que pueden vivir en la vivienda y la posibilidad de visitar el piso para asegurarse de que se encuentra en buenas condiciones. El dueño está obligado a presentar un documento y cubrir los daños que puedan causar sus mascotas durante su estancia. Es necesario llegar a una conclusión antes de firmar cualquier contrato, ya que en caso de no regularse en el convenio, el inquilino tendrá la posibilidad de poder vivir en la vivienda con las mascotas que desee dentro de la legalidad.
ESTATUTOS DE LA COMUNIDAD
Existen casos donde los propios Estatutos comunitarios pueden determinar la prohibición directa a los inquilinos del propio edificio. Este tipo de normas determinan el impedimento de ciertos animales, como perros grandes, gatos o algunas aves.
En caso del ser el propietario de la vivienda, permitir animales puede ser una gran ventaja, ya que no todas las personas encuentran con facilidad una vivienda para alquilar que permita mascotas. Esto beneficia al titular y le proporciona un arrendatario durante un largo periodo de tiempo.
Y tú, ¿dejarías vivir a los pequeños peludos en tu hogar?