Comprar una vivienda es una decisión que hay que pensar bien y valorar ciertos aspectos. Por ello, es preciso tener en cuenta las siguientes características:
- Zona: determina el precio de la vivienda y los servicios que se encuentran cerca. En relación con la zona hay que tener en cuenta la localización (centro, periferia, etc.), los servicios (transporte, tiendas, etc.) y los futuros proyectos urbanísticos que tengan previsto realizar.
- Tipo: hay que elegir el inmueble que más se adapte a las necesidades y exigencias de cada uno. Se puede distinguir entre piso, casa unifamiliar, ático, etc.
- Tamaño: a la hora de elegir el tamaño hay que tener en cuenta el precio y la cantidad de personas que vayan a habitar en la vivienda. Hay que distinguir entre metros útiles y metros construidos, ya que esta diferencia puede dar lugar a equivocaciones y malentendidos.
- Calidad: la calidad se aprecia en los materiales utilizados para la construcción de la casa (madera, ladrillo, piedra, etc.) y en su seguridad. En la calidad también entrarían los suministros con los que cuenta la casa (calefacción, luz, gas, etc.), las instalaciones y las zonas comunes. Es importante tener en cuenta las condiciones de ventilación e iluminación natural que tiene la vivienda.
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