Se trata de una práctica que, si bien no es nueva, sí es cada vez más utilizada en España. ¿En qué consiste la nuda propiedad? Pongamos por ejemplo un chalet de lujo con vistas a al mar. Su propietaria es una persona de avanzada edad, digamos, 75 años. Vende la casa un 40% más barato de lo que sería habitual, pero a cambio puede vivir en ella hasta su fallecimiento. Ese sería a grandes rasgos el funcionamiento de este tipo de operaciones: vender la propiedad por debajo del precio de mercado a condición de poder seguir disfrutándola hasta el fallecimiento.
¿Qué es la nuda propiedad?
La nuda propiedad es el derecho que ha adquirido una persona sobre una cosa, donde su relación con ella es de ser únicamente el propietario. Es decir, como propietario tiene el dominio sobre la cosa, pero no ostenta la posesión ya que la ha cedido a través de un derecho real denominado usufructo. El jurista francés Henri Capitant (1865-1937) definió esta práctica como “expresión doctrinal moderna, desconocida en el código civil, con la cual se designa comúnmente al conjunto de atributos del derecho de propiedad que pertenece al propietario de un bien sobre cual goza otra persona del derecho de uso usufructo o habitación durante el tiempo que permite este desmembramiento de la propiedad.”
¿Quiénes la llevan a cabo?
Hasta el momento, este tipo de ventas se producía generalmente en personas mayores de 65 años que, por necesidad económica, necesitaban liquidez de forma inmediata para mejorar su calidad de vida. No obstante, desde hace unos meses el perfil de vendedores ha cambiado y ahora se suman a este tipo de transacciones personas que cuentan con un importante patrimonio. La necesidad ahora no es obtener liquidez para fines estrictamente vitales sino para emprender nuevos proyectos. Esto se produce debido al cambio de edad de jubilación: no tiene las mismas inquietudes una persona de 70 años de ahora que hace unas décadas.
Relacionado:
