Con la llegada del otoño, nos visitan también los catarros. La mayoría de nosotros al primer estornudo corremos a la consulta del médico o a la farmacia al estar convencidos que la química empaquetada es lo más efectivo para combatir resfriados. Sin embargo, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades afirma que los antibióticos o combaten las infecciones causadas por el virus como puede ser el resfriado, la gripe o la bronquitis.
Al tomar antibióticos no nos curaremos de la infección, no evitaremos contagiar a otras personas y no nos sentiremos mejor. Por lo tanto, lo más sensato es escuchar los consejos de nuestras abuelas y llevarlos a cabo tal y como han hecho ellas generación tras generación.
Son muchas las soluciones que las sabias ancianas proponen y lo mejor es que todos tenemos fácil acceso a sus ingredientes y no necesitamos una gran habilidad para prepararlos.
Jarabe de ajo para las defensas.
El ajo es un antibiótico natural y antibacteriano que refuerza el sistema inmunológico contra los virus. Para prepararlo simplemente hay que hervir un cuarto de taza de agua con un diente de ajo triturado, añadir el zumo de medio limón y dos cucharadas pequeñas de miel.
Tintura de equinácea antiséptica
La equinácea es un antiséptico natural. Simplemente hay que añadir una cucharadita de tintura de equinácea a un zumo natural de naranja.
Té calmante de tos
La tos puede calmarse con té de saúco, el cual es expectorante y rico en vitaminas A y C o con una infusión de hojas de tilo.
Infusión para mucosidades
La capuchina es una planta que actúa como descongestionante y el jengibre como expectorante, por lo que una infusión combinada de ambas plantas actúa como descongestionante y despeja las fosas nasales.
Infusiones para aminorar los escalofríos
A un zumo de naranja se le añade canela, agua caliente y miel, este brebaje estimula la transpiración y alivia los escalofríos. Las infusiones de tomillo calman los escalofríos y la sensación de fiebre.
Gárgaras para la garganta
Alternativas eficaces para gárgaras pueden ser los líquidos resultantes de reposar 50 gramos de pétalos de esta flor en vinagre de sidra durante diez días o una infusión caliente de hojas de plantas antisépticas como la salvia o el tomillo junto con vinagre de sidra, miel y limón.
Vahos para la descongestión
Para abrir las vías respiratorias se pueden tomar vahos a base de hierbas depuradoras como eucalipto, lavanda, enebro, albahaca, menta, tomillo, melisa, salvia y canela.
Lociones para descongestionar
Las lociones de lavanda y eucalipto aplicadas en la garganta, pecho y espalda mejoran la respiración y descongestionan las fosas nasales ya que estas plantas son potentes antisépticos.
Baños calientes para el dolor muscular
Los baños de agua caliente con aceites esenciales como pueden ser de nuez moscada y jengibre o con una cucharada de mostaza en polvo alivian los dolores musculares derivadas de los enfriamientos.
Agua
Beber mucha agua es esencial para tener una buena hidratación, eliminar la mucosidad, aliviar el dolor de garganta y reponer los líquidos que haya podido perder el cuerpo con la fiebre.
Comer alimentos calientes
Leche caliente con miel, verduras, cremas, sopas y caldos de pollo reducen la inflamación de las mucosas de la nariz, garganta y pulmones aliviando los síntomas del resfriado.
Agua con sal para aliviar la congestión nasal
A una taza de agua tibia, se le añade un cuarto de cucharadita de sal marina sin yodo y un cuarto de cucharadita de bicarbonato. Una vez preparada la mezcla, aplicar un par de gotas con un dosificador adecuado en cada fosa nasal.
Cebolla para la tos
Parte una cebolla por la mitad, añade un poco de agua y azúcar y colócala cerca del cabecero de la cama. Los vapores que generan este compuesto ayudan a calmar la tos por la noche.
