La crisis sanitaria ha provocado muchos cambios recientes en la sociedad, muchos de ellos con los que no contábamos hace poco tiempo. Hemos cambiado nuestra percepción del día a día, de las enfermedades e incluso de cómo debemos cuidarnos. Y a nivel personal, incluso todo el periodo de confinamiento ha conseguido variar nuestra idea preconcebida de vivienda en muchos aspectos. Hace poco hablábamos, por ejemplo, de que se han incrementado mucho los datos de compra o solicitud de viviendas de obra nueva
El análisis puede ser sencillo y llevarnos a pensar que tanto tiempo en casa ha hecho que pensemos en nuestras viviendas ya como un lugar en el que pasar tiempo de calidad. No solo ese lugar al que llegar tras el trabajo y poco más. Hemos aprendido que sí, que ese espacio nos sirve para trabajar, para estar en familia, para descansar y que no es un mero lugar de paso. Por todo ello, nuestras costumbres han cambiado. Y en esa percepción, le hemos dado más importancia, si cabe, al espacio. Porque quizás es momento de pensar en un mayor espacio para realizar actividades en casa; y a eso le damos más importancia, tanto que podemos sacrificar metros cuadrados por estar en una u otra ubicación.
Y en esa configuración y tipología de viviendas es donde se encuentra la obra nueva y todas aquellas viviendas que nos ofrecen una gran posibilidad de realizar todo aquello que deseamos en nuestro hogar, sin sacrificar nuestra calidad de vida. Novedosas configuraciones de viviendas, espacios abiertos, la sensación, en definitiva, de que podemos movernos con libertad y disfrutar del espacio, aunque sea dentro de nuestra casa.
