La dura crisis económica que acabamos de pasar ha sido difícil para todos, pero en algunas zonas ha dejado más mella que en otras. El sector inmobiliario ha conseguido recuperarse de la mano del sector económico, aunque en algunos sitios las viviendas siguen mostrando dificultades. Esto se puede apreciar en las áreas metropolitanas o de la periferia de las grandes ciudades, que aumentaron notoriamente en los años de bonanza pero que, en los años de dificultades económicas, han quedado relegadas y en muchos casos, abandonadas. Esto se debe a que estas áreas se edificaron masivamente y que, con la llegada de la crisis, no pudieron hacer frente a los gastos.
Los barrios más humildes de las grandes ciudades, en los que las personas reciben menores ingresos económicos, se han visto castigados por la dura crisis por las bajas rentas percibidas. Existen otras zonas creadas específicamente durante los años previos a la crisis, como los Pau’s, que no han obtenido las compras que se habían pensado. Esto, junto a su carencia de servicios básicos, ha hecho que estas zonas hayan bajado drásticamente sus precios y sus calidades. Además, suelen estar muy retiradas del centro de las ciudades. También se ven afectadas las viviendas de la costa situadas en tercera o cuarta línea de playa que no obtienen mucha demanda.
Son muchas las viviendas que se han visto castigadas por la crisis económica que ha sacudido al país en los últimos años. Destacan las construcciones del “boom inmobiliario” creadas específicamente para ser compradas rápidamente y por precios elevados y que, tras la explosión de la burbuja inmobiliaria, no pudieron obtener lo esperado. En muchos casos, estas edificaciones han quedado a medio construir y se encuentran vacías, sin disponer de servicios básicos como colegios, hospitales, transporte público, etc.