Cómo preparar las salidas con niños y aprovecharlas al máximo

Cómo preparar las salidas con niños y aprovecharlas al máximo
29 abril, 2020 REDPISO

Ya sabemos que, desde el pasado domingo 26, todos los niños de hasta catorce años pueden salir a la calle a pasear, jugar y hacer ejercicio. Hay unas cuantas reglas que deben ser respetadas, pero en cualquier caso suponen, de alguna forma, el inicio del desconfinamiento. ¿Qué medidas de seguridad debemos tomar?

Entre las normas, encontramos que el horario permitido es de 9 a 21 h, que los niños deberán estar acompañados en todo momento de un adulto (un adulto podrá salir hasta con tres niños), que los niños podrán salir con sus propios juguetes (pero no podrán hacer uso de parques ni de juegos infantiles comunes) y que se deberán respetar en todo momento las medidas de confinamiento social que han establecido las autoridades sanitarias.

Ahora bien, ¿qué podemos hacer para aprovechar al máximo este rato de calle? Especialistas y psicólogos infantiles advierten de que hay que preparar a los más pequeños para que sepan exactamente lo que pueden hacer y lo que no, y dan algunos consejos para exprimir al máximo este poquito tiempo, según las edades de nuestros hijos.

Preparar las expectativas

Los niños llevan mucho tiempo escuchando que van a poder salir por fin, y hay que explicarles que no van a poder hacer lo que ellos quieran. Los psicólogos infantiles advierten que tenemos que hacer una labor de concienciación para que sepan que vamos a la calle pero que todavía no se puede ir a jugar, no podemos quedar ahí con amigos, no podemos tocar nada… Que entiendan que aún el virus nos puede contagiar.

No obligarlos a salir

Muchos niños, sobre todo los más mayores, pueden sentir cierta frustración porque pensaban que cuando salieran lo harían para estar con sus amigos, jugar un partido… Y ahora se encuentran con que sólo pueden pasear un rato. En este caso, lo importante es no obligarlos a salir si no quieren. Está bien animarles a que salgan, les dé el aire y el sol, pero seguro que algunos no quieren, y no pasa nada. Hay que darles tiempo, pues además llevan muchas semanas encerrados en casa, que es un lugar seguro, y les estamos diciendo que fuera está el virus y que es peligroso.

Juegos de equilibrios

Podemos trabajar con ellos la psicomotricidad gruesa con juegos de equilibrio o de atención. Podemos dar el paseo siguiendo una línea y sin salirnos de una cuerda invisible. O, para mantener la tensión, decir que no se puede pisar las rayas del suelo, o jugar a que vamos una parte a la pata coja y la siguiente con el otro pie. Estos juegos son perfectos para niños de mediana edad pero también se puede desarrollar variantes parecidas con los más pequeños.

En busca de… (Juegos de 0 a 3 años)

También podemos aprovechar este tiempo para crear lazos familiares entre los más pequeños y el progenitor que los acompañe. Para ellos, este paseo es muy beneficioso tanto para su sistema inmunológico, como para mejorar los sentidos y su afán de descubrir cosas. Por eso puedes proponer juegos para los niños de 2 y 3 años que vayan desde buscar formas, colores, números o identificar objetivos y el “veo veo” de toda la vida, que ayudará a fijar su atención. En cuanto a las propuestas para trabajar la psicomotricidad en los más pequeños podemos jugar a andar más rápido o más lento, a dar saltos, a pisar baldosas de diferentes colores y sobre todo a cantar con ellos, lo que estimula el lenguaje de forma divertida. Para los niños de un año, puedes contarles una historia durante el paseo que los ayude a disfrutar de la compañía de su papá o de su mamá y del sol y el aire.

Hacer un mapa de tu ruta

Otra de las propuestas es que dibujen una ruta en su primera salida en la que puedan marcar los árboles que se han encontrado, los animales, las plantas, los edificios… Se trata de estimular su memoria espacial y sensorial y conseguir que se fijen en las cosas pequeñas que hay a su alrededor y que normalmente no nos percatamos de ellas.

Dejarles jugar

Las medidas de seguridad no tienen por qué interferir en el juego de los niños, aunque deben hacerlo dentro de las limitaciones. Los niños tienen la suficiente espontaneidad para hacer ejercicios aeróbicos, de elasticidad y saltos sin que tengamos la necesidad de controlarlos.

La mejor hora para salir

Todos los especialistas coinciden en que lo mejor es que los niños salgan con sol y buena luz para aprovechar estos momentos. En el caso de los más pequeños, se recomienda que los paseos sean siempre a la misma hora, siendo una de las mejores la hora antes del baño y la cena, a media tarde. O, si no, por la mañana, una vez que desayunan y antes de empezar la actividad. En el caso de los peques, estos paseos marcados le ayudarán a tener una rutina más positiva, no sólo para su disfrute, sino también para ayudarles en el sueño y a fortalecer su sistema inmunológico.

Trabajar la vuelta a casa

Lo ideal es que los niños sepan cómo va a funcionar el paseo desde antes de salir y que, si sólo nos dejan estar fuera una hora, que ellos sepan que el progenitor que les acompañe llevará el reloj y que les irá dando la hora. Hay que decirles qué es lo que nos dejan y qué no: no es lo que nosotros queremos, sino lo que está permitido y que, por mucha pataleta que monten, no tenemos otra opción. Se aconseja hacerlo todo de una forma muy positiva, asegurándoles que sabemos que lo van a entender, que no van a protestar porque ya son mayores y lo entienden, que lo van a hacer muy bien. Quizá, como recuerda el pediatra Juan Antonio Ortega, lo único que hay que decirles es que «tienen que sacar a un adulto a pasear» porque seguro que los niños son mucho más conscientes que los mayores.

Fuente: El Español.

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