Como todos sabemos, algunos de los mejores momentos del verano se producen en torno a una barbacoa. Amigos, buena comida y algo de beber. Seguido de una buena charla y un baño refrescante. Si anteriormente te contábamos qué necesitabas elementos necesitabas de cara a preparar una barbacoa en casa, esta vez toca lo mejor de todo. Ahora sí, vamos con nueve consejos para hablar de lo que más nos interesa: la comida.
Compra comida variada
No todo tiene por qué ser carne. La verdura y el pescado también son una buena idea. Una gran cantidad de comida exclusivamente de carne puede provocar el empacho de los invitados. También puedes preparar una barbacoa combinando los chorizos y las costillas con berenjenas y sardinillas a la brasa, seguro que los comensales te lo agradecen.
Cuidado con la temperatura
Es uno de los fallos más habituales y evitables: la temperatura previa de la carne. Nada de sacarlo todo del frigorífico cinco minutos antes. Si la carne está muy fría, puede quedarse así tras su paso por la barbacoa, arruinando el producto y, lo que es peor, la sensación en el paladar de vuestros invitados.
Sitúa la barbacoa en un lugar firme
Lo más importante a la hora de utilizar una barbacoa, sobre todo en el interior de una vivienda, es que esté situada en un lugar estable. De esta manera, evitaremos que se caiga y el fuego pueda producir una desgracia.
Sigue un orden de asado
Para aprovechar el tiempo y el calor de las brasas, sigue un orden de asado de la comida. Lo primero que debes poner en el fuego son los alimentos que más grasa tengan (chorizo, morcilla, panceta). A continuación, prepara el resto de entrantes (alitas, pinchos morunos). Por último, coloca las piezas más grandes (los platos principales), para que estén listos cuando se acaben los entrantes.
Da una sola vuelta a la carne
Preparar una barbacoa también tiene sus trucos. El momento de dar la vuelta a las piezas de menor tamaño es cuando comienzan a transpirar. Por cierto, sólo se debe dar la vuelta una vez por cada lado, no lo hagas continuamente.
Adobos y salsas
Para que la carne tenga un mejor sabor tras el asado, se pueden adobar las piezas antes de meterlas a la parrilla. Si no, otra opción es untarlas en salsas mientras se comen. Las más habituales: kétchup, mostaza, salsa barbacoa o chimichurri.
La sal, al final
Se aconseja que la sal se eche siempre después del asado, ya que si se sazona con anterioridad provocará que la carne libere sus jugos. Esto hará que a la hora de comer se haya quedado seca. Si ocurre esto, se puede mojar en salsa para evitar que esté seco.
Recicla la comida que sobre
Es habitual que sobre comida después de hacer una barbacoa (bien porque se ha comprado de más, o bien porque se ha hecho aposta para guardarlo para otro día). Puedes utilizar las sobras para hacer empanadillas o croquetas, o utilizarlo para la cena calentándolo en el microondas (con el grill conseguirás un efecto parecido a la brasa).
Por último, limpia bien la parrilla
Tras la barbacoa, es esencial que limpies bien la parrilla y la barbacoa. De esta manera, para la próxima vez que la utilices, la comida no cogerá restos quemados de la vez anterior. Además de que la preparación será mucho más higiénica.
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