El verano es una época en la que apetece salir de casa aprovechando el buen tiempo, las horas de luz solar y las vacaciones, que tod@s solemos tener en esta época del año. También apetece salir a practicar deporte, pero teniendo en cuenta el calor existente, es necesario que la práctica deportiva se realice con la mayor seguridad posible. Sobre todo a la hora de plantearnos que el sol es nuestro aliado pero, si no nos protegemos, puede causarnos algún que otro problemilla.
El más evidente es el de la deshidratación. Si realizamos una actividad física, la que sea, a plena luz y en los meses de verano, lo primero es asumir que debemos estar convenientemente hidratados. La ingesta de líquidos de manera regular y constante hará que nuestro cuerpo funcione a una temperatura más normal, no adquiera calor en demasía y podamos controlar esa temperatura corporal para no padecer mareos o consecuencias similares. En la linea de esto, también diremos que es fundamental la protección. La cabeza o la nuca, por ejemplo, son partes especialmente sensibles al calor, por lo que deben ir protegidas siempre.
Además de todo lo anterior. es importante que tratemos de elegir una práctica deportiva de interior, siempre en la medida de lo posible. Esto evitará que los ratos de sol incidan directamente en el cuerpo y el cansancio, en consecuencia, no será tan grande. Si debe ser en exterior, las horas centrales del día son las menos recomendadas, por razones evidentes de temperatura. Asimismo, recomendamos que se realice siempre con la supervisión de un profesional deportivo o, en su caso, con mucha responsabilidad y conocimiento. Por favor, no queramos prepararnos para una maratón en 3 días. Nuestro cuerpo nos lo agradecerá enormemente. Con algunos consejos para una correcta práctica deportiva veraniega. Y sin sobresaltos 😉