Este tipo de actividades suelen realizarse sobre locales comerciales, pero no significan lo mismo. Desde Redpiso vamos a analizarlas y describir sus diferencias.
Subarriendo
El subarriendo se da cuando una persona tiene un local alquilado y, por algún motivo, decide alquilárselo a un tercero. El alquilado deberá de seguir pagándole la cuota al propietario y el subarrendado al primer alquilado.
Para realizar un subarriendo no hay que contar con la aprobación del propietario, pero sí es necesario informarle en el plazo de un mes y fijarse en si en el contrato de alquiler pone algo sobre el tema. Ante esto, el propietario puede pedir un 10% más de la renta que recibe si el subarriendo es parcial y un 20% si es total.
Traspaso
Este tipo de actividad ocurre cuando una persona, ya sea propietaria o alquilada, está realizando algún tipo de actividad comercial (o de cualquier tipo) en el local y quiere dejar de hacerlo, pasándole tanto los clientes como el negocio a otra persona. El propietario cobrará entonces una cantidad de dinero por el traspaso del negocio y otra por el alquiler del local. En caso de que la persona que quiera realizar el traspaso no sea la propietaria del local, se traspasará también al nuevo inquilino el contrato de alquiler, conociendo esto como cesión del contrato.
Resulta conveniente realizar este tipo de actividad siempre que se vaya a realizar el mismo tipo de actividad y que el local tenga una clientela consolidada, ya que si no saldría más económico alquilar un local vacío y empezar desde cero. Realizando un traspaso se incluyen, además del local y de los clientes, la maquinaria, el nombre, la imagen de merca, etc.
Cesión
El arrendatario puede cederle el contrato a un nuevo inquilino sin contar con la aprobación del propietario, siempre que no exista una cláusula que impida esto y que se informe al propietario en el plazo de un mes.
