
Este 2025, Madrid vuelve a rendir homenaje a uno de sus dulces más queridos: la torrija. Lo hace a través del concurso organizado por la Asociación de Cocineros y Reposteros de Madrid (ACYRE), que reconoce los lugares donde se pueden probar las mejores torrijas de la ciudad, premiando dos propuestas que combinan a la perfección tradición y originalidad.
El certamen se ha llevado a cabo en el marco del Salón Gourmets, y los premiados han sido reconocidos no solo por su sabor, sino por la técnica y los ingredientes utilizados. Lo mejor: se pueden probar tanto en el centro de Madrid como en Alcorcón o en el barrio de Vallecas.
Desde Redpiso, creemos que descubrir sabores locales forma parte de vivir y disfrutar la ciudad. Las torrijas premiadas este 2025 son un ejemplo de cómo la gastronomía madrileña sigue creciendo desde lo auténtico.
Animamos a vecinos y visitantes a probar estas recetas ganadoras. No solo son deliciosas, también nos conectan con los barrios, los comercios y el talento de los profesionales que hacen de Madrid una ciudad única.
La mejor torrija tradicional: una joya sencilla de Latasia
El primer premio a la mejor torrija clásica ha sido para Sergio Hernández, del restaurante Latasia, en pleno corazón de la capital. Su propuesta parte de una base de pan brioche artesanal, con un remojo de 24 horas en frío que logra una textura jugosa y estable.
Lo curioso es que esta torrija no lleva ni limón ni naranja. En su lugar, la vainilla Bourbon de Madagascar es la protagonista, junto con canela, azúcar, leche y nata de Madrid, además de huevos camperos locales.
En lugar de freírla, optan por tostarla en mantequilla con azúcar, consiguiendo un sabor tostado que recuerda a la avellana. Un giro elegante a una receta de siempre.
Una torrija diferente con esencia madrileña
En la categoría de torrija innovadora, la victoria ha sido para Paula Beer, de la pastelería Nude Cake, con presencia tanto en Alcorcón como en el Mercado de Numancia, en Vallecas.
Su creación ha sido bautizada como Bomba de torrija con caramelo de violeta, y es justo eso: una explosión de sabor. Se trata de una torrija al horno, rellena con pasta choux y recubierta con una capa crujiente de craquelin.
El toque final lo da una crema con crujiente de violeta, un guiño castizo que conecta con la tradición madrileña. El interior mantiene el sabor clásico gracias a una infusión de vainilla, canela, cáscara de limón y naranja, sin el exceso de grasa de la fritura.
Otros locales destacados en el certamen
Además de los dos ganadores principales, el concurso ha premiado a varios finalistas con propuestas igualmente sabrosas. En la categoría tradicional, el segundo lugar fue para Formentor y el tercero para Catering Isabel Maestre.
En la sección innovadora, Bestial by Rosi la Loca obtuvo el segundo puesto, mientras que Barmitón completó el podio con el tercer lugar. Todas estas recetas aportan frescura a un postre que sigue evolucionando cada año.
Torrijas que cuentan historias en cada bocado
Las torrijas, típicas de Semana Santa, han trascendido el calendario para convertirse en símbolos gastronómicos que reflejan el alma de Madrid. Ya sea con pan brioche o caramelo de violeta, su valor está en el cuidado del detalle y el respeto al sabor. Probar alguna de las ganadoras es, sin duda, una forma de entender cómo la cocina local se reinventa sin perder sus raíces.
Una Semana Santa que también se saborea
La Semana Santa en Madrid es mucho más que procesiones y días festivos. Es también una oportunidad para reconectar con las tradiciones más dulces y entrañables de nuestra cultura. La torrija, con su sencillez y su sabor inconfundible, se ha convertido en un símbolo gastronómico de esta época del año, y cada vez más locales apuestan por elevarla al siguiente nivel.
Ya sea en su versión más clásica o reinterpretada con toques innovadores, este postre demuestra que las recetas de siempre pueden seguir emocionando, sorprendiendo y uniendo a quienes las comparten. Porque en Madrid, la tradición no se pierde: se reinventa y se disfruta, bocado a bocado.