
A lo largo de nuestra vida experimentamos diferentes situaciones y emociones que nos invitan a dar un giro a nuestro rumbo, a generar cambios en nuestra forma de pensar o actuar, o a dejar algún hábito en concreto; algo que al mismo tiempo, también nos suele hacer sentir vulnerables o inseguros.
De hecho, la mayoría de las veces es nuestra propia resistencia a cambiar nosotros mismos o ciertos aspectos de nuestra vida, lo que realmente nos impide llevar a cabo ese proceso. Este fenómeno social que se puede dar en distintos escenarios, deriva principalmente de tres causas:
- La cultura organizacional, encargada de guiar la conducta del ser humano y propiciar la sensación de amenaza o vulnerabilidad ante situaciones diferentes a las conocidas
- El interés propio, derivando en aspectos que dificultan esa transformación, como puede ser la costumbre, la rutina o la creencia de falta de capacitación para sobrellevar una nueva experiencia
- La falta de motivación o búsqueda de nuevas metas, es decir, la ausencia de nuevos objetivos por cumplir
Existen distintas formas de frenar esta resistencia al cambio. A base de generan tolerancia al riesgo y aprender a integrar nuevas conductas y hábitos en nuestro día a día, no quizá hoy, pero sí con un poco de tiempo, nos sentiremos más capaces de hacer frente a las posibles adversidades que nos encontremos. Aunque resistirse a cambiar es propio de la naturaleza humana, es posible superarlo.
Todos podemos optar por ser impulsores de nuestros propios cambios si trabajamos en ello. Esta fase hay que afrontarla como el surfista, que no se detiene detrás de su tabla para intentar frenar la ola. Más bien, antes de que esta lo alcance, se pone a remar en el mismo sentido de la corriente. El surfista confía plenamente en que la ola lo impulse hasta donde quiere llegar y es precisamente esa confianza, la que hace que la experiencia sea gratificante y exitosa.
Todo progreso al principio da un poco de vértigo, no nos vamos a engañar, pero para poder lograr el éxito, no hay que dejar de reinventarse. No olvides que para ver mejoras y nuevos resultados, los cambios se hacen necesarios.