Que planeta habitable no hay más que uno, y que el nuestro nos necesita, son dos hechos que no se pueden negar. Hoy, repasamos algunas formas sencillas de ayudar al medio ambiente.
Recicla en contenedores distintos
Parece una obviedad pero es la labor de reciclaje de un hogar es muy importante ya que contribuye a hacer el planeta mucho más sostenible y duradero. Ya sabes: separa los residuos en función del contenedor adecuado.
Usa baterías recargables
Además de ahorrar dinero a largo plazo, se evita que el ácido de las pilas se infiltre en el suelo de los vertederos, y dificultar la contaminación también es ayudar al medio ambiente. Se trata de una alternativa mucho más eficiente y respetuosa con el entorno.
Desconecta los dispositivos
Es un consejo fundamental y sin embargo no demasiada gente lo lleva a la práctica. Simplemente por estar conectados están consumiendo energía, aunque estén apagados o en el caso de los móviles tengan la batería completa.
Reemplaza las bombillas
Las de bajo consumo se calientan menos, consumen menos energía, alumbran igual y duran más, por lo que son una alternativa mucho más eficiente que las tradicionales.
Lleva tus propias bolsas a la compra
Es la mejor manera de evitar las bolsas de plástico de un solo uso, que son muy contaminantes y tardan en llegar a degradarse. Cada persona puede ahorrar cientos de bolsas cada año.
Rechaza los cepillos de plástico
En el mundo se desechan cada año millones de cepillos de plástico que tardarán mucho tiempo en desaparecer del planeta. Mejor optar por otros materiales como el bambú que es degradable y mucho más respetuoso. Es una forma no demasiado conocida de ayudar al medio ambiente.
Lava con agua fría
Ahorrarás energía y el resultado será similar. Además, es muy recomendable que la lavadora esté llena para así no desperdiciar recursos.
Compra ropa de segunda mano
La fabricación textil tiene un gran impacto en la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, por lo que alternativas más saludables son la compra de ropa de segunda mano o el intercambio de prendas.
Cambia la alcachofa de la ducha
Cada vez que nos duchamos se pierden multitud de litros de agua que no son aprovechados. Opta por una alcachofa más eficiente que evite estas pérdidas.
Apaga siempre las luces
Cada vez que dejamos encendida una luz y no la estamos usando es un gran gasto energético que se queda sin aprovechar. Es fundamental comprobar siempre antes de salir de casa que todas las luces están apagadas.
Utiliza cerillas en vez de mecheros
Los mecheros suelen tener una vida corta, por lo que las cerillas siempre serán más sostenibles. El motivo es que los primeros están hechos en su gran mayoría de plástico, un material muy contaminante. Evítalo siempre que puedas para ayudar al medio ambiente.