Cada vez más gente decide vivir de alquiler, principalmente por la carga económica que supone adquirir un piso en propiedad o porque la estancia en un sitio determinado es temporal.
Pero el alquiler supone también otro tipo de gastos con los que, a veces, no se cuenta. Desde Redpiso vamos a analizar toda esta serie de gastos para tenerlos siempre en cuenta.
En primer lugar, un contrato de alquiler supone el pago de una fianza que suele ser igual a una mensualidad. Este pago se realiza para pagar posibles desperfectos que el inquilino pueda ocasionar en la vivienda, siendo devuelto al finalizar el contrato si todo está en orden. También hay que realizar el primer pago de renta, por lo que el primer mes que nos trasladásemos entregaríamos una cantidad de dinero equivalente, por lo general, a dos mensualidades. También se pueden establecer otro tipo de obligaciones por parte del casero o del inquilino, teniendo que estar siempre previamente pactado por ambos. Así mismo, se puede contratar un seguro, normalmente por parte del propietario, para guardarse las espaldas y evitar posibles daños o impagos.
Otra de las garantías a las que se puede acoger un propietario es el aval. Esto supone tener una cierta seguridad en caso de que el inquilino no pague la renta correspondiente. La existencia de esta figura en el alquiler depende mucho del tipo de alquiler y del tipo de inquilino, pues en caso de alquilar habitaciones a estudiantes suelen ser los padres de los mismos los que se hacen cargo de la mensualidad, siendo difícil que se produzca una insolvencia económica o una falta en los pagos.
Dar de alta los suministros también tiene un coste. Esto hay que pactarlo entre inquilino y propietario al firmar el contrario, hablando de quién se hará cargo de este pago o mirando si ya están dados de alta. Así mismo, hay que observar y tener en cuenta los posibles impuestos a los que habría que hacer frente, como el ITP.
En caso de tener que transportar muebles con una empresa de mudanza o de necesitar comprar unos nuevos, tendríamos que tener en cuenta que esto supondría aún más costes.
Así, para vivir de alquiler hay que tener en cuenta una serie de gastos con los que muchas veces no se cuenta y que pueden aumentar notablemente la cantidad de dinero que entreguemos. Es importante analizar cada posibilidad y tener en cuenta todo para poder elegir y hacer lo que más nos convenza.