La hipoteca inversa es un producto financiero que proporciona una cantidad económica a las personas mayores de 65 años o en situación de dependencia severa o grande que sean propietarios de una vivienda. El banco entregará al cliente una determinada cantidad económica (según edad del propietario y valor del inmueble) a cambio de ‘quedarse’ con la casa tras el fallecimiento del cliente. La cuantía se puede recibir en un importe único (al inicio), de forma mensual o una combinación de ambas. Una vez fallezca el titular de la vivienda, los herederos del cliente son oficialmente los propietarios del inmueble. Sin embargo, para disfrutar de él (ya sea para venderlo o utilizarlo) deberán liquidar la deuda, devolviendo el dinero prestado a la entidad. Si no, el banco se quedará con la casa.
Los últimos datos de la falta de interés en España por las hipotecas inversas son evidentes, solo se encuentran datos mayores en el año 2009 que se constituyeron 780 hipotecas; y en 2010, 485. La razón que puede explicar esta realidad atiende a dos realidades; a los bancos no le interesa este producto financiero y existe un gran desconocimiento sobre el mismo.
- Disposición adicional
Si el interesado en la hipoteca inversa necesitara liquidez inmediata para algún gasto, las entidades bancarias suelen permitir una disposición adicional al principio. Este importe se sumaría al que fueran generando las cuotas mensuales a partir de ese momento. De esta manera, la hipoteca inversa puede servir también para que los mayores puedan hacer frente a un gasto inesperado o a una compra o desembolso grande para el que no tuvieran originalmente liquidez.
- Tasación
La tasación de la vivienda es en principio el único gasto al que tiene que hacer frente los que soliciten una hipoteca inversa. Y es que el resto de gastos asociados a la firma de un préstamo hipotecario, como las comisiones de apertura, subrogación o amortización no les corresponden. Los gastos que genera la tasación no suelen ser demasiado elevados. Además, en la mayor parte de las ocasiones los solicitantes tampoco tienen que pagarlos en efectivos, sino que se suelen añadir como disposición adicional a la hipoteca.
- Cancelación
Las hipotecas inversas pueden ser canceladas en cualquier momento y la mayoría de las entidades no cuentan con comisiones al respecto. Eso si, deberemos devolver la cantidad percibida hasta el día de la cancelación. Tenemos que tener en cuenta que al firmar la hipoteca no hemos renunciado a la titularidad de la vivienda sino que la hemos utilizado como garantía. Al momento de la cancelación, el importe adeudado corresponderá no solo a las cantidades percibidas, sino que tendremos que contar con los gastos iniciales abonados por nuestra entidad más los intereses generados hasta el momento de la cancelación.
- Liquidación
Ante el fallecimiento del suscriptor de la hipoteca inversa se pueden producir varios escenarios y posibilidades, pues los herederos recibirán tanto la propiedad de la vivienda como la deuda anexa a la misma (proveniente del dinero otorgado al que era su titular). Esta deuda, dependiendo del caso, variará respecto al total del valor de la propiedad, pero la media se sitúa en un 50% del valor de tasación.
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