En numerosas ocasiones hemos escuchado hablar de la Certificación Energética y de que todas las viviendas que se encuentren en alquiler o venta deben disponer de este certificado. Pero, ¿qué es exactamente esta Certificación? La Certificación energética se realiza en un documento escrito después de visitar una vivienda y se clasifica en siete niveles, cada uno de ellos representados por una letra de la A a la G. Este certificado sirve para evaluar la vivienda en términos de energía. Cómo está, cómo se encuentra para poder residir en ella o las características energéticas del inmueble; esa es la información que nos puede proporcionar esta Certificación.
En caso de que las condiciones de consumo sean pobres, se detallan posibles soluciones. Es un documento meramente informativo y no supone ningún tipo de multa u obligación, pero siempre es de esperar que los propietarios realicen las labores necesarias para su mejora, en el caso en el que el estado sea deficitario. ¿A quién corresponde controlar este tipo de certificación? Son las Comunidades Autónomas las encargadas de controlarlos en sus respectivos territorios y de llevar un registro de los mismos.
Niveles según Clasificación Energética:
- Clasificación A, B y C: son inmuebles denominados «verdes». Esto significa que tienen un buen aislamiento térmico, que hay entrada de luz natural, consumo bajo de electrodomésticos, entre otros.
- Clasificación D y E: inmuebles con un consumo de energía medio.
- Clasificación F yG: viviendas con gran consumo de energía y un gasto elevado de recursos.
