Cada año, durante la primavera, la ciudad de Sevilla se transforma en un escenario lleno de vida con la llegada de la Feria de Abril. Este evento, ha estado celebrándose desde hace más de 150 años siendo una de las fiestas más importantes y populares.
La Feria de Abril de Sevilla tiene sus raíces en la feria ganadera que se celebraba en el Prado de San Sebastián a mediados del siglo XIX. Con el tiempo, esta feria se ha transformado en el espectáculo multicolor que conocemos hoy en día. La feria comienza con el famoso «alumbrao», un evento en el que miles de luces adornan el recinto ferial, iniciando una semana de celebración.
- Decoración y platos tradicionales
Las calles del recinto ferial están llenas de casetas decoradas con brillantes farolillos, donde se reúnen familias, amigos y visitantes para disfrutar de comida, bebida y baile. Cada caseta tiene su propia personalidad y ofrece una amplia variedad de platos tradicionales andaluces, como gazpacho, pescaíto frito y jamón ibérico, acompañados de vinos y licores de la región.
- Vestimenta
El traje tradicional sevillano, conocido como el traje de flamenca, también desempeña un papel destacado en la Feria de Abril. Las mujeres visten coloridos trajes con volantes y flores, mientras que los hombres optan por el traje.
- Música y Baile
La música y el baile son elementos fundamentales de la Feria de Abril. En cada esquina del recinto ferial se pueden escuchar sevillanas, bulerías y rumbas. Las casetas están llenas de gente bailando y cantando hasta altas horas de la noche. Además, la feria cuenta con una serie de espectáculos y atracciones, como actuaciones de flamenco, corridas de toros y paseos en coches de caballos.
La Feria de Abril de Sevilla es mucho más que una simple fiesta. Es una celebración de la vida, la alegría y la tradición andaluza. Sin duda, es una experiencia única que deja una impresión imborrable en todos los que tienen la suerte de vivirla.
