Construir una casa en menos de 12 horas es el objetivo la start up valenciana Be More 3D, que ha desarrollado una impresora capaz de imprimir en hormigón una vivienda de 70 m2 en escala real.
El director ejecutivo de la empresa, Vicente Ramírez, asegura que «este sistema permite reducir los costes de fabricación de viviendas hasta un 35%, ahorrar tiempo y minimizar la contaminación y riesgos laborales que se genera en el proceso de edificación». Además, añade que esta tecnología «promoverá el mercado inmobiliario, acercando nuevas edificaciones a familias que antes no podían, con lo que se generan puestos de trabajo».
La vivienda piloto está ubicada en la Universitat Politècnica de València (UPV) y es la primera impresa en hormigón 3D en España y la tercera del mundo. Asimismo, dispone de 24 metros cuadrados repartidos en salón-comedor, baño y dormitorio y, para su construcción ha contado con la colaboración de Cemex, que ha aportado cemento gris, blanco y aditivo.
Esta impresora 3D se puede llevar a todas partes, por lo que simplemente hay que desmontarla y volver a montarla sobre el terreno en el que se va a edificar. Una vez en el terreno, se prepara una solera de cimentación y se monta la máquina en unas tres horas entre tres o cuatro operarios. Lo primero es abastecer de material la máquina y empezar a imprimir como en una impresora de 3D normal y después de la construcción de la estructura de la casa, cerramiento exterior y particiones interiores estructurales, sobre esos muros se podría poner el forjado o subir otra planta impresa en 3D y después el tejado.
Finalmente lo que quedaría sería revestir, instalaciones, equipamiento y acabado, según explica el CEO.