Cuando una persona que está pagando una hipoteca no puede seguir haciendo frente a sus pagos, es conveniente saber a qué se tiene que enfrentar.
Normalmente, se piensa que lo único que hay que hacer es abonar la cuantía restante, pero esto no es así. Surge la responsabilidad hipotecaria. Ésta consta de numerosos pagos a los que hay que hacer frente y que aumentan el dinero que se debe a la entidad. Esta responsabilidad hipotecaria viene detallada y por escrito en las escrituras. En estas escrituras, la responsabilidad consta de diversos elementos: dinero prestado y dinero pendiente, intereses pactados, intereses de demora, gastos y costas judiciales y gastos extrajudiciales. La suma de todas estas cantidades constituirá la responsabilidad inmobiliaria.
Con la Ley 1/2013 de 14 de mayo, de medidas para reforzar la protección a los deudores hipotecarios, reestructuración de deuda y alquiler social, se estudiaron las cláusulas abusivas para intentar proteger a los hipotecados.
Para esto, es necesario conocer el precio de subasta del inmueble. Éste nunca puede ser inferior al 75% del valor de la tasación que se hizo en el momento de conceder la hipoteca. Existen diferencias entre si el inmueble se trata de la vivienda habitual o no. A la hora de subastarla, se hará por el 70% si es la vivienda habitual, y por el 50% si no lo es.