Durante los años en los que España estaba sumida en una profunda crisis económica la compra de segundas residencias se estancó considerablemente, debido a los momentos difíciles por los que pasaron muchas familias.
Actualmente la compra de segundas residencias vuelve a aumentar, sobre todo de la mano de extranjeros que quieren disponer de una vivienda en España, bien sea en las principales ciudades como Madrid y Barcelona o en la costa mediterránea. En el año 2016 la compra de segundas residencias aumento en un 20% respecto al año anterior, y se espera que en 2017 aumente en un 13%. Más de 55.000 extranjeros compraron una segunda residencia en España el pasado año, teniendo especial relevancia la zona de Levante donde destaca Alicante donde el 50% de las inversiones son extranjeras, Tarragona donde conforman el 30% o Murcia donde son el 27%. Esto supone que en muchos casos las inversiones extranjeras sean más importantes y con más fuerza que los nacionales.
Donde el mercado de segundas residencias encuentra dificultades es en el norte de España, ya que los inversores no se suelen decidir por esta zona y presenta un mercado muy pequeño respecto a otras zonas de España. No cabe duda de que la costa mediterránea es la preferida por los inversores extranjeros, que en muchos casos son británicos y han disminuido su inversión por el Brexit aunque siguen representando la nacionalidad con mayor número de transacciones en España. Estas zonas han tenido una demanda muy superior respecto al año anterior y, por orden, han aumentado la inversión en segunda residencia: Barcelona (29,97% más), Almería (27,63% más), Barcelona (22,7% más), Girona (18,3% más), Tarragona (17,7% más), Valencia (15,97% más), Alicante (10,52 % más), Castellón (10,23% más), Málaga (8,10% más), Granada (7,21% más) y Murcia (6,82% más). Aun así, la zona que más compras de segundas residencias por parte de extranjeros ha tenido ha sido Barcelona con 46.415 viviendas seguida de Málaga, Alicante, Valencia, Baleares, Murcia, Almería, Girona, Tarragona, Granada y, por último, Castellón con 6.238 viviendas compradas para segunda residencia. Dentro de las ciudades no existe un mercado homogéneo, sino que hay zonas con una gran demanda y otras que no interesan a los inversores.
