Los vicios ocultos son los desperfectos o daños que sufre la vivienda y que no se han reconocido en el examen previo a su compra. Será el vendedor el que deba hacerse cargo de la reparación de estos daños, siempre y cuando hagan que la vivienda sea inhabitable, entorpezca su uso o hubiesen impedido su compra de haberse conocido.
Hay un diferente tratamiento para particulares y consumidores. Los primeros deben regirse por el Código Civil y, los segundos, por el Real Decreto Legislativo 1/2007 de 16 de noviembre.
Cuando el comprador descubre estos vicios ocultos puede optar por rescindir el contrato obteniendo el dinero que pagó, conseguir una rebaja del precio o pedir una suma en concepto de daños y perjuicios causados. Para esto no deben haber pasado más de seis meses desde la compra.
Requisitos para que se produzca el saneamiento de estos vicios ocultos
En primer lugar, el vicio debe de estar oculto y no ser reconocible a simple vista. Debe ser grave, imposibilitando la habitabilidad de la vivienda o dificultando su uso. Por último, debe de existir en la vivienda desde antes de la compra de ésta y no deben de haber pasado más de seis meses desde su adquisición.
¿Qué hacer si ya se han cumplido los seis meses?
En el caso de que hayan pasado más de seis meses desde la compra de la vivienda, no se podrá reclamar judicialmente al comprador, por lo que es muy importante conocer estos plazos. Aun así, existen otras vías por las que es posible reclamar: la acción de resolución del contrato por incumplimiento y acción de nulidad por haber ocultado el estado real de inmueble.
Redtax, el grupo de asesores profesionales de Redpiso, le ayudará a cumplir con estos plazos y a resolver los problemas y los vicios ocultos de manera rápida y eficaz.
