Del total de las viviendas vendidas el año pasado, el 72,6% costaron un máximo de 150.000 euros. Esto supone la mayoría de los inmuebles vendidos, pues constituye una cifra muy superior al resto. En segunda posición, con un 20,2%, se encuentran las viviendas que se vendieron por un precio de entre 150.000 y 300.000 euros. Con un 4,2% se encontraron las viviendas que costaron entre 300.000 y 450.000 euros. La siguiente posición, con un 1,4%, la ocupan las viviendas de entre 450.000 y 600.000 euros. Las últimas posiciones son para las viviendas más caras, desde 600.000 euros hasta más de un millón de euros, que registran muy pocas ventas. Con esto se aprecia que la gente busca casas asequibles.
Las Comunidades Autónomas en las que más han aumentado los precios han sido Asturias, Baleares, Aragón, Cataluña y canarias; y la que ha sufrido un mayor descenso en sus precios ha sido Extremadura.
En cuanto al tamaño de los inmuebles, la primera posición, con un 34,1%, es para las viviendas de entre 60 y 90 metros cuadrados. Les siguen las que constan de entre 90 y 120 metros cuadrados. A continuación, las viviendas de entre 30 y 60 metros cuadrados con un 17%. Las viviendas que menos se vendieron fueron las de menos de 30 metros cuadrados. Con esto se puede deducir que las personas no buscan casas ni muy grandes ni muy pequeñas, sino las que se adaptan a sus necesidades y en las que vivirán de forma cómoda.