Aunque el verano termine oficialmente el 23 de septiembre, lo que sí ha llegado a su fin son las vacaciones. Los españoles van volviendo poco a poco a la oficina mientras los días se van haciendo más cortos y el calor va desapareciendo poco a poco. En estas, uno cae en la cuenta de las licencias que se ha permitido durante periodo estival. Y ahí es cuando llegan las buenas intenciones (aunque no siempre los resultados), al igual que ocurre cada 1 de enero. Estos son, probablemente, los propósitos para después del verano más comunes.
Empezar a cuidarse
Seguramente, de todos los propósitos para después del verano, sea el más habitual. Las barbacoas y las fiestas han hecho mella y es hora de revertir esta situación. Aunque el verano es una buena época para hacer deporte al aire libre, el calor nos suele llevar por un camino mucho más cómodo. Eso sí, los días de frío y lluvia se acercan, algo que tampoco tiene porqué impedirte hacer deporte en casa. Apuntarse al gimnasio o empezar algún tipo de dieta (o, en su defecto, comer mejor) son dos proyectos clásicos.
Mejorar en el estudio
“Este año no lo voy a dejar todo para el final”. Bueno, ya veremos. Otro clásico es lo que se refiere a lo académico: esforzarse un poco más en el estudio o incluso en el trabajo, ser más productivo. También estudiar idiomas o empezar algún curso o proyecto. Septiembre es, sin duda, un gancho para las academias.
Aprovechar el ocio
Otro de los propósitos para después del verano (y en realidad de todo el año) es organizarse mejor el tiempo libre. A todos nos ha pasado que al terminar un día libre nos quedamos con la sensación de que no hemos hecho absolutamente nada. Preparar viajes, organizar actividades, decantarnos por comenzar alguna reforma… También hay muchos que se proponen separar trabajo y ocio, algo que en muchas profesiones resulta complicado y dificulta disfrutar del tiempo libre.
Propósitos en lo personal
Más allá de dietas y preparar mejor los exámenes, hay una serie de propósitos para después del verano personales habituales. Por ejemplo, mantener los contactos que se han hecho durante las vacaciones o ver más a esos amigos de los que parece que nos estamos distanciando. Otros se plantean también un cambio en el carácter. Tomarse las cosas con más filosofía, aprender a relajarse, mejorar el humor y la paciencia…
Hay propósitos de todo tipo, incluso quien se propone estar más activo en las redes sociales. Lo importante es no tratar de abarcar más de lo que somos capaces, y sobre todo ir cumpliendo objetivos poco a poco.