El hielo siempre ha sido uno de los grandes enemigos para las plantas de exterior. Durante estos últimos días, las heladas ya han hecho acto de presencia en gran parte del país. Las bajas temperaturas y sobre todo el hielo, son factores que no vienen nada bien para nuestras plantas del jardín, ya se encuentren en macetas o plantadas en el suelo.
No solo las veremos afectadas por su aspecto exterior, sino que también lo hará en el interior, ya que las raíces pueden ser incapaces de absorber el agua necesaria. Con el fin de protegerlas, a continuación te dejamos algunos consejos que pueden ayudarte a combatir los efectos del mal tiempo:
¿Cómo podemos proteger nuestro jardín?
Reducir el riego de nuestras plantas
Desde finales del verano conviene ir reduciendo progresivamente el riego de cara al invierno, ya que con la llegada del frío y las bajas temperaturas, el agua se congela bajo la superficie y puede afectar de forma grave a las raíces. Los expertos consideran, de hecho, que es mucho más perjudicial este efecto interno que las propias heladas externas que afectan a tallo y hojas. Además, debemos asegurarnos de que las macetas y las jardineras cuenten con un sistema de drenaje correcto para que no se estanque el agua en el recipiente.
Cubrir las macetas y plantas
Un efecto muy común de las heladas es que las macetas acaben por estallar o romperse cuando tras congelarse el agua se expande. Para evitar esta situación, podemos optar por meterlas dentro de otras macetas más grandes y poner en el espacio que queda entre ambas algún material que ayude a la planta a conservar el calor; trasladarlas a un lugar cubierto, o cubrirlas con algún tipo de plástico transparente o el de burbujas que suele utilizarse para embalar.
Crear una cubierta protectora
Los expertos en jardinería también recomiendan poner en práctica la técnica del ‘acolchado’, que no es otra cosa que colocar una especie de manta sobre la tierra para proteger así a las plantas. Entre los materiales más populares a la hora de realizar este procedimiento encontramos la paja, el heno, las hojas de pino, las cortezas, las hojas apiladas o algún compuesto artificial fabricado para este fin. Estos materiales puesto sobre el suelo de nuestro jardín ayudará a retener la humedad evitando la congelación de las raíces.