¿Puedo poner una placa solar en mi casa?
Existen dos tipos de consumo de placas solares por particulares. En primer lugar, el autoconsumo en red, constituido por particulares que ponen placas solares en su tejado para generar su propia energía pero que hacen uso de la red eléctrica cuando los necesitan. Por otro lado, el autoconsumo aislado, formado por particulares que guardan la energía obtenida de las placas solares en baterías, sin hacer uso de la red eléctrica.
En un primer momento, el Gobierno ofreció primas a las personas y empresas que instalasen placas solares; pero poco a poco se ha ido retirando esta ayuda para que no se reduzca demasiado el uso del carbón y del gas.
Autoconsumo en red
En sus inicios, el precio de los paneles solares era muy elevado; pero a día de hoy este precio ha bajado y las placas se han vuelto asequibles para los particulares que quieran instalarlas en sus tejados. Costaría unos 400 euros y dura en torno a 25 años, haciendo que ahorremos considerablemente en energía y contaminemos menos. El mayor problema de esto es que en las horas del día en las que más se necesita esta energía se deja de generar (por la noche es cuando más necesitamos esta energía para encender las luces y a estas horas no se produce energía solar).
En muchos países se ha avanzado un paso más y las empresas utilizan la energía que están produciendo las placas de sus empleados mientras están trabajando (normalmente por el día) y, a cambio, la empresa paga la parte proporcional a la que gaste el empleado en su casa por la noche. La empresa puede utilizar esta energía para sí misma o venderla, obteniendo así beneficios.
Debido a esto las grandes compañías eléctricas están sufriendo pérdidas, por lo que se ha creado una Ley de autoconsumo solar que implica pagar por la energía que se obtiene de las placas, pagar por la instalación de baterías y pagar en función de la potencia de las placas. Además, es obligatorio regalarles los excedentes que generemos a las compañías eléctricas y se prohíbe compartir instalaciones solares entre varias viviendas.
Autoconsumo aislado
En esta forma se instalan baterías para almacenar la energía obtenida, por lo que ya no se tendrían cables por la casa. Existen una serie de inconvenientes en torno a estas baterías: son caras, su vida útil es corta y ocupan mucho espacio.
Por lo tanto, conseguir amortizar un autoconsumo aislado de placas solares es un proceso mucho más lento y sólo se recomienda en casos en los que la corriente eléctrica no se encuentra cerca de la vivienda.
En conclusión, no es muy rentable instalar placas solares en una casa particular debido a esta ley, aunque sí es legal. Para poder amortizarlas, obtener una rentabilidad y abaratar nuestras facturas deberíamos situarnos al nivel de otros países que toman la energía solar como algo muy importante.