La Agencia Tributaria lleva meses trabajando para sacar a la luz aquellas viviendas que están alquiladas pero no declaradas. Coincidiendo con la campaña de la renta de este año, el organismo advirtió a 700.000 ciudadanos que podían tener un inmueble arrendado acerca de la necesidad de cumplir con sus obligaciones tributarias. Conozcamos lo que deriva de declarar (o no) los ingresos del alquiler por parte del arrendador.
Ventajas fiscales
Los arrendadores pueden disfrutar de una deducción del alquiler del 60% en la declaración del IRPF. Eso sí, siempre que el inmueble se arriende como vivienda habitual y esté declarado a Hacienda. El pasado mes de abril, coincidiendo con el inicio de la campaña de la renta, la Agencia Tributaria avisó que los propietarios que no tuviesen declarada su vivienda no podían aplicar la reducción en la campaña de la renta. Otro caso sería que el arrendador regularice su situación con el fisco antes de ser notificado por Hacienda. Entonces sí tendría derecho a poder acogerse a esa deducción, un criterio ha hecho que se levanten todo tipo de opiniones.
Ante la confusión suscitada entre los diferentes tribunales superiores de justicia, el asunto ha llegado hasta el Tribunal Supremo, que ha admitido un recurso de casación de la Administración solicitando la aclaración de la Ley del IRPF en lo relacionado con los rendimientos declarados por los contribuyentes.
Sanciones por los ingresos del alquiler
Puede ocurrir que los ingresos del alquiler no se declaren y Hacienda lo detecte, junto con el pago de los correspondientes impuestos (sin reducciones). En ese caso, hay que hacer frente a las sanciones correspondientes por no estar al día con el pago de las obligaciones tributarias.
Si a la hora de declarar una vivienda la Agencia Tributaria entiende que no se corresponde con la actividad real del inmueble, los cargos consistirán en el pago de los importes no declarados más una sanción, cuantificado entre el 50 y el 150% de las cantidades que no han sido presentadas frente Hacienda.
Detectar el fraude, una tarea sencilla
En muchos casos a los arrendadores les sorprende el hecho de Hacienda descubra fácilmente el fraude. Este tipo de situaciones pueden quedar al descubierto por motivos que muchas veces pueden pasar desapercibidos: rotura anticipada de contrato, que el inquilino decida declarar el alquiler o se empadrone, entre otros motivos.
En el momento en el que Hacienda cruza los datos con los aportados por los arrendatarios y los arrendadores, se detecta el fraude.
Relaciónado:
Cómo terminará el año para el mercado del alquiler