Se trata de una nueva forma de compraventa de vivienda, aunque el fin aquí es conseguir un beneficio económico. El house flipping llega con fuerza desde Estados Unidos y ya lo practica más de un personaje que te va a resultar familiar. Y es que las grandes estrellas de Hollywood siempre han buscado una forma de aumentar sus fortunas, viendo en el mundo inmobiliario uno de sus terrenos predilectos. Así, varias estrellas del cine y la televisión americana han seguido esta tendencia que consiste, básicamente, en comprar una vivienda, hacerle una serie de reformas, y venderla por un precio mayor.
En qué consiste el house flipping
Esta tendencia consiste básicamente en comprar caro y vender barato. Esa puede ser la base de cualquier negocio, claro está. Pero con una vivienda es si cabe más complicado. El inmueble se ha adquirido, normalmente, en una subasta. El objetivo es saber anticiparse al mercado y venderlo un tiempo después por una cantidad mayor. Este proceso suele llevar consigo una serie de reformas. Esto hace que, si las cosas se planean bien, se pueda ganar dinero. En cambio, una mala decisión puede poner en riesgo toda la operación y causarnos problemas económicos.
Famosos house flippers
Personajes como el actor Leonardo DiCaprio, la presentadora Ellen DeGeneres o el cantante Adam Levine, se han convertido en house flippers. Ellos, claro está, llevan esta práctica a otro nivel, bastante alejado del común de los mortales.
DiCaprio lo ha hecho con un estudio y una mansión en Malibú y Adam Levine y su esposa, Behati Prinsloo, con su mansión apenas un año después de comprarla (les costó 31 millones y la han vendido por 42). Diane Keaton es otro ejemplo, pues parece haberse especializado en renovar casas y publicar libros sobre decoración y arquitectura. También Jeremy Renner, que ha comprado y reformado para vender hasta 20 casas en 15 años. Así como Ellen DeGeneres y su esposa (Portia de Rossi), quienes llevan ya vendidas una docena de mansiones en las últimas dos décadas, entre ellas la que vendieron por 30 millones al CEO de Netflix, Ted Sarandos.
En el pódium de flippers encontramos al rapero Vanilla Ice, quien logró incrementar el precio de una propiedad en 1,5 millones de dólares colocando una infinity pool (una de esas piscinas tan largas) con losetas que brillan en la oscuridad y un jacuzzi para 25 personas.
