Una hipoteca con carencia es una práctica que puede darse en el pago de una hipoteca y que puede solucionar momentáneamente los problemas económicos de los propietarios, pero también tiene una serie de desventajas.
La hipoteca con carencia consiste en que, si en algún momento la persona no dispone de dinero suficiente para hacer frente a su pago, puede acordar un aplazamiento con el banco o entidad que corresponda. Este aplazamiento suele ser de dos años en los que se pagará únicamente la mitad de la cuota mensual.
Aun así, hay que estudiar bien si se quiere hacer uso de este sistema, pues el dinero que se paga durante esos dos años no se descuenta del total que se debe. Es decir, que tras esos dos años se seguirá debiendo lo mismo que antes de la hipoteca con carencia, por lo que se pierde dinero y se alarga la deuda en el tiempo.
Por lo tanto, la hipoteca con carencia es sólo una ayuda momentánea que debe pedirse cuando se está pasando por una situación económica difícil y no se puede hacer frente al pago total, ya que si no se estaría perdiendo ese dinero sin necesidad.